The Evil Within: el verdugo


The Evil Within: el verdugo es el tercero, y probablemente el último, DLC desarrollado por Tango Gameworks para el survival horror The Evil Within. Si en los dos primeros DLC, titulados respectivamente The Assigment y The Consequence, la narrativa se centró en la detective Juli Kidman, en este tercer episodio el registro narrativo cambia por completo, lo que permite al jugador hacerse pasar por uno de los jefes más difíciles encontrados durante la aventura: saca la chaqueta de carnicero del armario y recoge el martillo para la carne, listo para ponerte en la piel del temido Guardián.



The Evil Within: el verdugo

En STEM, una vez más

The Evil Within: el verdugo habla de un padre que busca a su hija. No se explica mucho más, si no los detalles esenciales para contextualizar la historia para quienes ya conocen el universo de The Evil Within: la niña, junto con otros sujetos, ya está conectada al STEM, la enrevesada maquinaria capaz de unir las mentes de los usuarios arrojándolos a pesadillas enfermas y angustiantes. El protagonista luego se conecta, empujado por un loco experimento de los científicos de la agencia Modus, quienes pretenden verificar si la eliminación por asesinato de los diversos sujetos dentro del STEM permitirá a la niña - que poco a poco se está volviendo loca - encontrar sus recuerdos. recuperando así la cordura.

Los científicos advierten al protagonista que su aparición dentro del STEM puede ser diferente a las del mundo real, pero que esto supondrá un cambio a su favor: así es como el jugador, una vez finalizado el breve vídeo introductorio, se encuentra dentro del Victoriano. mansión como el cuidador, un carnicero corpulento armado con un martillo cuya cabeza está encerrada en una caja fuerte decorada con alambre de púas. Así comienza la aventura en busca de la niña, durante la cual nos encontraremos luchando contra casi todos los jefes intermedios ya encontrados en el original The Evil Within.



The Evil Within: el verdugo

No solo martillado

A pesar de su considerable tamaño, el Guardián es bastante ágil: de hecho es posible disparar, esquivar los disparos enemigos, golpearlos repetidamente y agarrarlos para arrojarlos lejos o contra una de las innumerables trampas dolorosas esparcidas por el mundo del juego. Pero no acaba ahí, porque además del brutal martillo, el arsenal del Keeper también ofrece trampas de alambre de púas, dinamita, cócteles Molotov, una bazuca y la inevitable motosierra, cuya presencia es imprescindible en cualquier salpicadura que se precie. Las diversas armas, así como los potenciadores que te permiten mejorar la fuerza física, la velocidad y la resistencia del Guardián, se desbloquean a medida que avanza la aventura a medida que se eliminan los distintos jefes. Sin embargo, al matar enemigos normales, obtienes las monedas necesarias para comprar las mejoras desbloqueadas en la tienda, representadas como una caja fuerte repulsiva repleta de entrañas que generalmente se colocan cerca de un punto de guardado. Entre un jefe y otro se podrá acceder a salas donde se le pedirá que elimine a todos los enemigos que vayan apareciendo progresivamente: estas salas se pueden visitar varias veces y su finalización es necesaria para ganar los créditos que se utilizarán en la tienda: estas son una operación fundamental, como el componente de juego de roles de El ejecutadorAdemás de ser una parte importante del DLC, también es una ayuda fundamental para estar preparado para las cada vez más agresivas y poderosas peleas de jefes.

The Evil Within: el verdugo

Visual sin precedentes

La mayor diferencia con los otros DLC y el juego original es la elección de la vista, solo que esta vez en primera persona: sin filtros, sin personajes a la vista, simplemente el mundo del juego repugnante visto a través de los ojos del Guardián. Se trata de una elección estilística nada indiferente, capaz de devolver sin ningún filtro la brutalidad de las escenas mostradas en pantalla, donde los enemigos son literalmente despedazados por las manos del guardián. Es una verdadera lástima que la imagen de estilo FPS resalte todos los defectos gráficos de The Evil Within que, excluyendo los habituales reflejos exagerados y sombras aterradoras, que también se usan ingeniosamente para enmascarar la pobreza de algunos modelos poligonales, aparecen en este El ejecutador aún más pronunciado y evitar que el jugador se sumerja completamente en la experiencia.



[signoff predefined = "Signoff 1 ″ icon =" quote-circled "] En conclusión The Evil Within: The Executioner es un DLC profundamente diferente a los que lo precedieron: con estos comparte una trama, al menos inicialmente, interesante y capaz de para entusiasmar al jugador con la historia del protagonista, en esta ocasión otro antihéroe atormentado. La vista en primera persona, estar encerrado en la mansión Vittoriano y los portales que se abren en las paredes recuerdan mucho a Silent Hill: The Room; Lástima que el pathos no sea el mismo y que, a pesar de la longevidad de unas tres horas, al cabo de un tiempo el juego sea repetitivo y en ocasiones aburrido. El carisma del guardián lo empujará a continuar hasta los créditos finales, y también enfrentará desafíos adicionales para aprovechar el componente de juego de roles presente en The Executioner. Lástima, sin embargo, que en el final no quede rastro de ese clímax que esperábamos y que, una vez derrotado el último jefe, el juego deja un poco de amargura en la boca. [/ Signoff]


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